Manuel Sánchez Chamorro

Treinta y siete haikus

 

Tohaku Hasegawa: Biombo de los pinos

 


1 Años cumplidos, cosecha recogida, versos escritos. 2 Línea de sol tibia, recta, conforme con su destino. 3 Mirar un río mientras la vida pasa y nada esperas. 4 Nada te importe que la vida no sepa que tú la amas. 5 Sólo una vida para ir corrigiendo tantas erratas. 6 Dobla la estrella en el cristal del agua su lejanía. 7 La luna sola ignora desde el cielo tu soledad. 8 Alguna fecha fuera del calendario falta en tu vida. 9 Pasan los días. Lento cinematógrafo, viejas películas. 10 Colma el domingo un grillo radiofónico: fuera de juego. 11 Árbol de Judas. Se suicida el invierno entre sus flores. 12 Bajo la higuera se adormece el verano. Frutos de sombra. 13 Sobre la tarde, jacarandas en flor. Cárdeno exceso. 14 Tiemblan los álamos al caer el crepúsculo. Tal vez de miedo. 15 Ulula el búho aforismos nocturnos, sabidurías. 16 Canto del cárabo. Se burla de la noche, de su misterio. 17 El amor: nunca quemarse con su fuego, beber su sed. 18 Una muchacha. Toda la primavera sabe su nombre. 19 Blusa ceñida que desnuda tu cuerpo con su blancura. 20 Un adjetivo y renace el otoño en el poema. 21 Pereza: gato ovillado en el limbo del pensamiento. 22 Casi invisible, salta un gato en la noche. Silencio rápido. 23 Después del sueño, un gato inventa el mundo: se despereza. 24 Llegan los lunes, serios, hoscos, juiciosos. Tienen razón. 25 Caricia al vuelo, el vencejo: verano rozando el agua. 26 Sabe la nube su camino en el cielo: su guía es la lluvia. 27 Campo de agosto. Tiempo entregado al sol. Vasto amarillo. 28 Insiste el grillo. Chirría la soledad. Noche oxidada. 29 Es el fracaso un cigarrillo insomne, el humo quieto. 30 Poco es la vida. Bien lo sabe la muerte. Y se aprovecha. 31 Nadie es tu nombre. Nada, tu soledad. Nunca, tu vida. 32 Entre la gente vi su rostro un momento. No era mi hora. 33 Desde los sueños me llegan las palabras que nunca escribo. 34 Solo en la noche, la verdad más terrible: saber que eres. 35 Tristeza. Ahora parten todos los trenes. Decir adiós. 36 Nubes de otoño, que vienen con la misma lluvia de entonces. 37 En el espejo ya no existe tu rostro. Llegó la muerte.


 

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