Yolanda Pantin

El mandato

 

Franz Marc: Los caballitos azules

 



El mandato


Mientras registraba en el escaparate,
escuchaba el mandato. Estaba 
dentro de las cajas, en esas cosas 
que los viejos guardan,
en papeles, en fotografías. Entonces
no podía entender lo que se me ordenaba
pero no te hubiese traicionado jamás.

Tú me escogiste para hablar por
nuestros muertos,
los que nacieron a destiempo, sin ánimo
para acusar los golpes.

En su desbarajuste, esos muertos 
me recuerdan a los potrillos que había 
en la hacienda, aquella exhalación 
de pieles y estaturas, 
tan hermosos, dentro del potrero, cuando

de un lado al otro de la cerca, en sus carreras,

           ya eran recuerdos.


(Inédito)


 

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