Reina Varela

Cantos rodados

 

Richard Emil Miller: Bañista en verano

 


1981:
Baica:
¿estamos muy lejos de la casa de Pancho? 

En la ronda del J.L.,
Carlos Rocha musitaba tu nombre
Ginebra respiraba en tu sangre

Desayunábamos con el sol 
salado sobre un plato
Caminábamos a largos trancos
Como los campesinos

Escuchábamos
Los chalchaleros,
Paraulatas de la calle Negrín.

1991:
Diciéndome en sueños:
“Me he despojado de mi camisa de hilos…”


Abrazada a mi nevera sin recordar si era feliz o no el final de Esplendor en la Hierba Inconclusa Cada día distante es Otro Día.
Ella recuerda historias vividas en otro cuerpo lava sus cabellos con champú de cayenas roza con aires de tinta su cintura esparce ariscas gotas como en Londres cierra el espejo Ella recién ha hecho el amor.
Estaría dispuesta a conocer cuánto me amas si me sintiera suficiente y bonita para saborear las manzanas inocentes y sabios.
Transparente el centro de la sábana Rosas... y azules bordean un tenue lago donde zozobran las horas en común. En otro lugar Palabra discute con Silencio evidencias que la pareja ignora ocultas en la cesta abajo en el cuarto de planchar.
Desde siempre la casa uno de ella Íngrimo salto para empacar Acopio fuerzas: desempacar Desde adentro la casa se hace nos hace cada vez
Sería un error asomarse a la ventana sin contemplar al Ávila envuelto en sábanas temprano Ya no me basta el besito en la mejilla necesito el abrazo consistente Las palabras de amor que leí en mi infancia fueron regadas con llanto de abandono Piel de serpiente o lagarto en los zapatos Pantanos al asfalto del poema.
Brigas… Tengo la impresión de haber perdido un amante ¿Y para qué un amante? Un esposo valdría la pena en esta noche de Luna Nueva.
No es tan simple como borrar tu nombre de mi cuaderno olvidando el ritual de iniciar con tus señas mi alfabeto privado -todo depende de la pleamar de plumas en la almohada o de la imagen de Tamarindo sonriendo en su última visita- Se trata mejor de ir preguntando por una botella de Ballantine’s porque amor ya estamos cerca de los Sixty four.
Si no regresa algunas veces a tu casa limítate a saber que ha optado por quedarse con nosotros en un hogar casi como el tuyo.
Yo que he vivido el amor sin compromisos y proyectos trascendentes conociendo de este modo a algunos de los Hombres de la Tribu Hoy me sorprendo midiendo palabras y distancias cuando esa chica llega preguntando Yo que admiraba en sus mujeres los afanes domésticos la crianza y la comprensión de los retornos, a este lado del perfume acepto entre risas la flor.
Tengo por bomba de tiempo mi corazón Sangre mal educada y el instinto Por eso apenas hablo Por eso escribo.
¿Quién, cuál de los dos abondonó el dorado extremo develando -más que la luna- El rostro del misterio Y él -cuál de los dos- Cómo vivió evocó moldeó la brillante pasta del ayer en el centro del constante mediodía del verdadero resplandor oscuro, su silencio?
Encuentro en haces la misma luz Dando y tomando la misma sed Yerma de ayer
¿Mozart? Escuchar en la quietud las claves del transcurso Interpretar en nada tanta agitación Escuchar cómo despliegan sus pétalos las flores Cómo respira la ardilla Cómo palpita el corazón del colibrí Cómo cae el polen Y se cierran los ojos de mi hijo Para dormir.
Nalgas, muslos y níqueles cotizándose en la Bolsa. Algas, musgos y líquenes.
Evite las quemaduras Y las ventanas cierre sigiloso tome y deje los objetos Observe al rasurarse la dulzura de su mirada Calcule la antigüedad de su americana Disuelva en Mayo el miedo Amordace en su cuello la nostalgia.
De niña hablaba entre maizales Ellos respondían en mi lengua
Las sílfides, Por supuesto, vivirán en hoteles Y, si en casas, jamás recogerán sobre periódicos el polvo que exhala una ciudad Preferirán la gasa a los edredones el jugo de toronja al chocolate las tablas al mosaico el grato olor del éxito al aroma Lavansán verde manzana en la concordia familiar. Las mujeres en Willendorf somos fuertes, macizas, pues una casa exige la resistencia de una atleta e infinitos cuidados como la coreografía de un Pas de Deux.
El nuevo dragón devora bits Frente a la cegadora clorofila borramos árboles en algo disuelto discontinuo Tiempo enredado No sabemos si adelante o hacia atrás.


 

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