Belén Núñez

Poemas

 

Hugo Laurencena: Tiempos felices

 




¡Oh Mahler! Algún día seré un ser gozoso, 
blanco definitivo, espuma austral. 
Calma sin fin encenderá el paisaje, 
vainilla los violines
y tú me fugarás, 
treparás de los infiernos
mi voz y las palmeras, 
el mar de espigas verdes
de sol inseparable, 
y en eso serán los jazmines, 
así, cuando tú y yo. 

				(De La música del sol)


Jardines de Rafael Montesinos Porque ya me voy sabiendo arena cuando marchas desentallo los últimos jazmines en este oasis de palmeras y adelfas sorprendido. No necesito más que al bronce en seguiriya a mis espaldas y te regreso al paisaje lento de los bancos. No preciso más de este río para besar de nuevo al albur que nadara ahí en tus ojos. Triana en su balcón me saluda el espejismo más exacto. (De Letras habladas)
I Te recuerdo mirando los bellos ojos en el espejo, en caldera y espejo tus ojos mirándote. Pupilas tan dilatadas, grandes y profundos, sin monstruos de poesía. Sólo poesía pura. Veo tu rostro reflejadamente bello, relajado, sonriente. Color preferido en pómulos, párpados y labios. Te veo tan cerca. Tan cerca estaba de mí frente al pozo de todos los deseos. II Hoy, reflectante y bella, sensitiva busco mis ojos en mi tono venenosa mente espectral.
Si se acabara el mar hundiría mis pezones en un bar sangriento donde toda mole se usa. Así, sin más, descorcharía en la ribera paraísos fútiles de la infancia, reverberaría la mar y me escondería para siempre. Te espero sí, te espero y no veré tus espinas de espuma recorriendo las heridas de mi cicatriz como dice la orilla al agua. No quiero ser tierra, mujer agua es lo que soy aunque escriba de un tirón sólo esto para dar por vencida mi costa hasta pronto como dirían algunos. Me morderé el horizonte a base de charcos y creo que en mi nuevo hogar allí estaré tardando lo pasado, lo presente por jugar y el futuro como porvenir aunque lo escueto provenga de un folio desordenándome las mañanas en un visto sin ser e irremediable cariño a la vida como siempre fue. Para ello me olvido de este texto y te sumo en la paz me asumo para no perder mi alma. (Inédito)

 

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