Blanca Elena Pantin

Poemas cosidos

 

Jorge Barrios: Aguja enhebrada con cuatro hilos de diferente color

 


1 ¿Qué escucha el oído? ¿Qué trae el agua?
2 Saber lo mínimo para que todo esté o todo sea ausencia o falta
3 Nombrar no alcanza ¿o sí?
4 Abrapalabra ranitas grillos luciérnaga ardilla lámpara Lengua tramada
5 Sostener con las manos ¿una ardilla? frágil mínima tibia La inocencia se adivina en el pudor de las manos
6 El conejo escapa de la zarpa del lobo escarba una cueva en la hierba respira trescientas veces por segundo dobla las orejas espera (tiene un miedo profundo) El conejo sabe del desconcierto del lobo (esta vez le ganó a la muerte) En el tibio resguardo de la cueva el conejo muerde raíces Después decide
7 En la tarde (cuando la luz de los toboganes enceguece) llegan los adolescentes a exhibir sus pectorales Esperan la muerte del sol y dejan rastro de su hastío Allí habita una ardilla
8 Atraviesa sus océanos navega por sus mares Ancla en sus islas No temas a la profundidad de sus aguas ni a la oscura órbita que los encierra Acepta la piedad con que te absuelven Mírate en el ojo de la orca
9 Un escenario de lluvia Algo fugaz De íntima melancolía
10 Todas las mañanas un pequeño pájaro viene a comer a la ventana (semillas, pan y agua) Nervioso, no soporta la visión de nadie A veces nuestras miradas se encuentran entonces huimos (él de mí, yo de él) Es un extraño amor éste que sentimos Eso lo sabemos
11 Saber el fragor de las olas en la levedad de la noche o en los sueños Lo cierto o la duda o el miedo
12 En aquellos juegos stop era la palabra tres pasos y con un toque de manos todo regresaba a la vida Quisiera (deseara) que este largo viaje hasta tus brazos me acercara a códigos que ignoro y decir stop como en aquellos juegos cuando no nos cansábamos de nada
13 Más sola que nunca en este domingo de parque y cotufas de niños solos y expresiones tristes de haber llorado la noche entera Pesa el cielo de tan grande El águila arpía mira desde su encierro y nadie parece advertir su espléndida belleza El águila vuela y más sola que nunca en este domingo de parque y cotufas me siento águila arpía majestad absoluta del cielo que cae de tan grande
14 A A.S.E Yo digo sueño (digo) con paisajes que vi hace tiempo no sé cuando Estarme quedarme no basta Yo digo escribo (digo) y la palabra no basta Ni árbol ni cerro soy en éste ahora tan lejos La palabra me salva Árbol y cerro digo aunque no baste la palabra y es Verbo, tiempo perfecto pluscuamperfecto ("tiempo que expresa que una cosa estaba ya hecha o podría estarlo cuando otra se hizo: yo había yo hubiera hubiese tenido")
15 Debe quedar (tiene que quedar) algún rincón de selva alguna isla pacífica, desértica un lugar con cierta intimidad para besar la tierra
16 La gripe toma por asalto al cuerpo obliga al reposo al clima melancólico a un viaje hacia la infancia La memoria delata una limonada ofrecida con ternura y la tibieza de una jarra el cuarto también es cálido la fiebre cede y el cuerpo reclama un abrazo en el sueño en la calma de la noche apenas el resplandor de una pequeña lámpara te sé a mi lado, dulce amor de la guarda
17 a N. H. Hay una hora en la madrugada en la que todo se hace silencio por obra de Dios y la naturaleza respira Te son familiares los ecos de los grillos y las ranas y adviertes el luminoso resplandor de las luciérnagas (deseas atraparlas en un frasco y tenerlas siempre contigo, iluminándote) Amas esa quietud que media entre la noche y el día Te reconcilia con el mundo es una oración y agradeces el insomnio la posibilidad de sentir y respirar la paz
18 a mis hermanos La visión se hace borrosa a medida que el ojo enfoca y los perfiles adquieren nitidez ves imágenes de una playa intacta una casa algunos niños que labran túneles en la arena una mujer y un hombre tendidos al sol (se desean, piensas) El mar es de un azul definitivo y las olas envolventes Así alcanzan la orilla dejan sobre tus pies las aguas de los océanos del mundo Guardas esa visión para siempre la línea horizontal, el horizonte que tanto te inquietaba de niña Los barcos que se sucedían el acantilado la huella de los cangrejos que seguíamos el sobrecogido miedo a perder un día ese paraíso las tardes y los días cuando la lluvia vencía al mar y todo era tristeza
19 La cocina es una celebración de vida seis langostas el mejor de los vinos bull shots (consomé campbell y vodka) "Esto es, Quele, por tu viaje" y brindamos esa noche cuando mi padre y su amigo Toton decidieron botar la casa por la ventana y sorprendernos "Toton era así", evoca mi padre "abiertamente generoso y espléndido" Esa noche quedó en nosotros la imagen de mi hermano Juan Andrés y tío Charles disertando sobe el mundo en el jardín de San Pablo La mesa puesta, los detalles En todo eso pensaba en el avión sobre el Atlántico Los viajes son un poco eso cuando uno va o viene a los afectos y los encuentra intactos ahí donde los sabemos preservados por la memoria que todo protege
20 Querida C: Me parece buena idea tu viaje y tu descanso Yo, tú, me iría a la Patagonia lejísimo de todo en el confín de la tierra Escríbeme desde allí desde esas vastas orillas donde descansan las ballenas Te quiere, B
21 Era un bosque sombras que cobijaban protectoras Celosías luz tamizada por los encajes de las hojas En la noche apenas el relumbre de las lámparas y la persistencia de las ranitas No se equivocan los niños con los miedos El relato habla de acequias y puentecitos Después un quiebre las islas vegetales los muros
22 Un borde, una orilla por raíces sostenida
23 "Es una enfermedad" me digo en cada viaje, al regreso
24 Tienes un lugar En la ventana Quien quiera que seas
25 Te anuncia la luminosa sombra de tu paso
26 Tu miedo es mi miedo Levedad del cuerpo De tu cuerpo
27 Saciar la sed En el cobijo De tu ala
28 Es la escala de lo mínimo, tu descanso
29 Un misterio, el tramado circular de tu casa
30 Tu respiración me alcanza el ingrávido movimiento En el arco de la rama
31 Entretanto En el paladar, la espera de lo que acontece o sucede en el cielo de la boca Una transición que prolonga, o anuncia sin brusca ruptura un instante de algo dulce, dulcemente helado Así, la transición de lo que se abre a otro algo que no se sabe, o sí Un poco lo deseado Un sorbete, exactamente nada abrupto nada brusco un gesto una pausa ajena a toda prisa que la prisa distraiga Textura en una copa mínima que anticipa o invita evoca convoca Una canción, se diría de ritmo sincopado "papelón con limón" el gusto de lo que la transición anuncia
32 De tí las sutiles colinas Las generosas perspectivas, Las líneas
33 Bebes el agua de las cortezas y roes semillas Todo acontece antes de la fuga
34 Cruje la madera en el oído, crepita el fuego donde arden las abejas
35 a Y "Es un poema triste", me advierte mi hermana Una vez me dijo o escribió del vocerío En esa amenaza aparecía protectora la intimidad de la casa siempre nombrada Sus jardines, quiero decir los jardines, o el jardín del poema
36 Son las mismas ranitas la misma noche de Caracas en el oído guardada
37 Es una antigua presencia Sincopada Una canción jade En la hoja y el agua
38 A Esteban y Gabriela Escribiremos un graffiti será nuestro adiós al bosque Oh, árbol y firmaremos: César Moro
39 Un día frente al espejo un pequeño lago blanco
40 Una quemadura fuego literal nada lo apaga: Puedes verlo
41 Un hilo rojo en tu mano Corriges: Un río
42 Retomamos la risa y la celebración, por nada, por nosotros y nos contamos en ese lugar donde al fondo una joven se entregaba al ritual del encuentro Todo al sol Tú contaste de un señor de los llanos de afinado oído "De sentidos", dijo Xiomara el señor boca abajo su cuerpo sobre la llanura para escuchar los pasos el viento y así saber así orientarse y decir "Es por allí, la casa" También de Aly de su prodigiosa erudición, él, obrero de la universidad de las cubiertas de sus libros una a una dibujadas Nos prometimos un viaje nos despedimos como sobre un andén Después entré a una librería encontré a Whitman, Dickinson, Williams juntos los tres en un pequeño libro sería el regalo para Efraín Eduardo que escribió ese poema de Nueva York que guardo como los días de enero cuando todo es inicio
43 Una muchacha me ofrece un trozo de bizcocho La escucho mientras frente a las dos -en el hospital- se despliega un jardín -"Es hermoso", le digo -"¿Qué?" -"El jardín" Me habla de Lisboa Deseo abrazarla decirle que todo estará bien La acompaño un rato sentadas en el banco mientras en el jardín la vida acontece
44 A H.O Después fueron mudanzas y otras casas la larga travesía desde la antigua Alsacia hasta el puerto de La Guaira Munich es una certeza (el helado perfil de sus casas) un paso de tren y los andamios las estaciones todas, sus desolados espacios la íngrima mudez de la espera acaso un adiós definitivo, un viaje para siempre Guardar así los paisajes, las austeras paredes de los viejos edificios Los viajes tienen eso de trágicos algo de digna elección, de decididas actitudes de pequeña muerte que sucede en cada ciudad, lugar, que se sabe único en ese instante preciso cuando el barco espera y las casas no son más casas sino una mancha gris una piedra
45 Se veían gentes pacientemente ordenadas Esperaban Los recibían del lado occidental con rosas rojas y cajas de chocolate Una pareja -a la izquierda de la gráfica- sonríe humilde y se besa como una pareja enamorada La pared cae y es bastante Nada más se sabe
46 Poema para ser leído en el cuarto de un hotel de Berlín No puedes ocultar el asombro por las maderas Te golpea el quieto silencio de un espacio exacto Tocas, sintiéndote ridícula el edredón de una cama despojada de artificios Sientes la angustia de no reconocerte Sabes que sería inútil decir nada (no comprenderían esta noción de distancia) Te sientas Te hundes en las plumas de ganso Caminas por Berlín (asumido que estás) Te sorprende el Miedo-Pánico te dejas llevar por el abrazo hacia el miedo hacia el pánico Pórtico de soledades compartidas
47 A F Perdí la llave pero existe un timbre Lo tocaré y sé que me abrirás la puerta porque sé que estás Entraremos y me ofrecerás café sacaré hielo del freezer Te gusta (también lo sé) el whisky con cinco cubos Fumaremos y te leeré mi último poema Impasible, la vieja Livia nos mirará Los gatos de tu amiga saltará sobre la cama (me reiré de tus blasfemias) Te llamará (Helvecia) para pedirte cualquier cosa Dirás otra blasfemia pero te sentarás de nuevo a mi lado Veremos las latas y escogeremos una de petit pos solomo a la parrilla Lavaremos los platos y leeremos el periódico Nos dará dolor el dolor de los otros Veremos morir al emperador de Roma y al final regresaremos Apagarás la luz y la otra se quedará encendida Pero hoy no perdí la llave y no sé esta vez que pasará
48 esto es una estructura ventilada aireada amplia con plaza y entrada Una estructura ordenada un asta unas gradas colina de grama cortada una estructura soleada donde hasta la sombra es pulcra
49 este es un instante del parque hojas luz en la sombra "una pequeña paz, ¿sabes?" dice una mujer a otra al paso quebrado por el rugido de la tropa
50 Nos contamos De reinitas estos días de sombra precisa
51 Un avión sobrevoló la casa a la hora cuando hablábamos bajo
52 un estar frente a la orilla ese encuadre que se sabe una línea, apenas el vago oleaje que restaura el paisaje
53 Lo íntimo, es lo íntimo un lugar una fuga una duda
54 Mi madre construyó un banco en el jardín con cinco tablones que cargó uno a uno Desde aquí, la casa es un espacio un jardín arbolado de pájaros que llegan a la ofrenda de las frutas después de atravesar la guerra
55 Rogué para que nadie interrumpiera ese rato Me resultaba un ejercicio exhausto responder "Miro el cielo" "¿Qué haces?", me preguntó mi padre Entonces compartimos ese instante de esa noche oscurísima de diciembre
56 "¿Puedo asomarme?", pregunté Todo me resultó desconcertante Quiero decir, dulce y amable la imagen de esa tarde de un niño en bicicleta desplegada a la vista sobre el patio
57 A C.S Este es un paisaje blanco Arrasado Borrado El lugar de una promesa: "Nunca más vuelvas a éste lugar temible"
58 Dimos una vuelta en carro en la más oscura hora de la madrugada Escuchábamos, apenas, el levísimo roce de los neumáticos sobre el asfalto Vimos, al paso, desoladas gasolineras sus apagados neones "Vamos a desayunar", te invité y entramos a un café de la carretera Compramos pan, el primero del horno, y lo llevamos a casa, de regreso


 

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